Las empresas alimentarias y de bebidas se enfrentan a muchos desafíos, pero ninguno es más importante que la protección y la salvaguardia de la salud de sus consumidores, sin dejar de mantener un negocio sostenible que beneficie a todas las partes involucradas.
Dado que se trata de un equilibrio complejo y, en ocasiones, difícil de mantener, existen algunas actividades que son comunes para lograr ambos requisitos.
Una de estas actividades, que ayuda a los productores de alimentos a apuntar a las dos áreas en forma simultánea, es la instalación y el manejo interno del sistema de aire comprimido. Inicialmente un área de inversión significativa, este servicio esencial, a menudo, puede pasarse por alto.
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